domingo, 23 de octubre de 2011

Pan Diario


lunes 24 de octubre de 2011

LLEVARSE BIEN


Lectura: Salmo 133.

"¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!" Salmo 133:1

Todavía recuerdo lo que fue llevar de vacaciones a nuestra familia y sentir que toda la alegría del viaje se arruinaba con las peleas y las quejas de los niños en el asiento trasero del auto. Quién puede olvidarse de los efectos perjudiciales de «¡Papá, ella me tocó!» o «¡Mamá, él no me deja jugar!».

Si has experimentado algo similar, puedes imaginarte cómo se siente Dios cuando Sus hijos se quejan y pelean. Para el Señor, es importante llevarse bien. Refiriéndose a nosotros, Jesús oró que «todos sean uno», para que el mundo crea que Él vino del Padre (Juan 17:20-21). Y a los discípulos que tenían tendencia a pelearse, les mandó que se amaran y se sirvieran unos a otros (13:34-35Mateo 20:20-28). También debe señalarse que entre las siete cosas que Dios aborrece, se incluye a aquel «que siembra discordia entre hermanos» (Proverbios 6:19).

Por eso, no sorprende que el salmista diga que, cuando los hermanos habitan en armonía, es como «el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba […] de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras» (Salmo 133:1-2). En la antigüedad, el aceite de la unción estaba lleno de especias aromáticas que perfumaban todos los ambientes donde iba el ungido. ¡Que la unidad que surge de nuestro amor y servicio mutuos bendiga con su fragancia nuestra familia, iglesia y amistades!

Reflexión: Los creyentes que se llevan bien esparcen la dulce fragancia de Jesús.

LA BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 3–51 Timoteo 4.

domingo, octubre 23, 2011


PRIMERAS IMPRESIONES


Lectura: Juan 7:14-24.

"No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio" Juan 7:24

Hace un tiempo, Nuestro Pan Diario publicó un artículo que escribí sobre una joven que llevaba una camiseta que decía: «El amor es para perdedores». Allí comenté sobre lo triste de esa frase y el daño que representaba.
Me sorprendí cuando una lectora le dio a la frase un enfoque completamente diferente. Envió un mensaje donde informaba que su hija y unas amigas de ella —todas tenistas— usaban camisetas con esa leyenda. En el tenis, la palabra love, que en español significa amor, indica que el tanteador es cero. Si tu tanteador en un juego es love, quiere decir que estás perdiendo; por lo tanto, en el tenis, love, o amor, es realmente para los perdedores. La nota de esa madre me dio una nueva perspectiva del concepto.

Este incidente me recordó con qué facilidad emitimos juicios equivocados en un primer momento. Si nos basamos en una información incompleta o inexacta, podemos apresurarnos a sacar conclusiones erróneas y a hacer juicios de valor insuficientes sobre la gente y las situaciones. Y esto puede dañar tremendamente a los demás.

Hablando de la gente que lo había juzgado mal, Jesús advirtió: «No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio» (Juan 7:24). Debemos procurar que nuestros juicios estén respaldados con la información correcta (la verdad) y la actitud acertada (la compasión de Cristo). Prueba con este lema: «El juicio correcto es para los ganadores».

Reflexión: Un juicio instantáneo puede convertirse en una fotografía mal tomada.

LA BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 1–21 Timoteo 3.



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