Para que el Amor no se apague

Por fín, hoy lo voy a hacer.Le he declarado mi amor y ella me ha correspondido.Así que ¿Por qué no tomarla de la mano?

¡Que emoción!Se encuentran en una de las citas diarias que han tenido los últimos días.No pueden vivir el uno sin el otro.Tomarla de la mano, ¡ay, que ilusión! Al caminar uno al lado del otro se tocan los hombros de forma casi involuntaria.El hace pequeños intentos de tomarle la mano, pero antes de hacerlo algo lo retiene:¿Qué pensará de mi?¿como reaccionará?

Por otra parte, ella sintiendo la tensión que él esta pasando y dándose cuenta de que está a punto de dar un paso adelante en la relación, se pregunta:¿Por qué le costará tanto? Por fín, con un gesto casi imperceptible le toma de la mano.Por unos segundos, y por razones distintas, los dos dejan de respirar.El esperando la reacción de ella, ella dejándose llevar por la emoción. Las manos, con los dedos entrelazados, tiemblan suavemente y parece que no quisieran separarse nunca.Era otro de esos momentos que hacían sentir que la relación sería para siempre.

Han pasado los años...Los tiempos han cambiado, y ellos también.Un día, durante una fuerte discusión en la cual han utilizado demasiado las manos para señalar al otro como el origen de los problemas de una relación ya que parece que no es para siempre, ella levanta la mano y apunta a la puerta, diciendo:"¡Sal de mi vida!".

¿Que habrá pasado con estas manos de la 1era escena?Entonces se buscaban para expresar algo que tenían en el corazón.¿Que tienen en común con las manos que utilizan ahora para apuntar al otro como el único problema que tiene la relación?¿Por qué antes no podían vivir el uno sin el otro y ahora no pueden vivir el uno con el otro?

No debemos olvidar nunca, que detrás de nuestras manos estamos nosotros, nuestras actitudes, nuestros pensamientos expresados en gestos.Por lo tanto, vamos a ver qué actitudes nuestras hacen que las manos se busquen con expresión de amor y seguridad, o se transformen en medios para expresar el fín de la relación.

1-MANOS UNIDAS EN LA ORACION.Cuando al unirse  en matrimonio fue pedida la bendición de Dios, ésta fue otorganda entre sus manos entrelazadas.Y cada vez que en la jornada los dos se arrodillan delante del Señor y hablan con él tomados de la manos, es como si renovaran esa misma situación.

Es muy difícil que al acabar la oración y separar las manos, estas se utilicen para acusarse.Cuando se deja de unir la manos para orar, es cuando las manos y el alma se enfrían.Y el amor, que tiene que ser el fundamento en la relación con Dios, tiende a desvanecerse.

2-MANOS UNIDAS EN ACCION.Mientras que las manos delicadas de "la reina de la casa" preparan la mesa para cenar, las manos "del rey de la casa" sujetan el periódico o "el muy pesado" mando de la televisión sumergiendose en el océano de los problemas.(finalmente, preocuparte tanto por los problemas ajenos resulta mucho mas fácil que enfrentarte a los tuyos propios)

Las manos que trabajan juntas, que limpian los platos juntas, que unidas acarician a los niños antes de dormir, revelan que las personas tienen la misma orientación.Cuando las manos se separan en la acción, algo más se separa en el interior de las personas.

Los años pasan.La vida cambia  y es inevitable que nosotros tambien cambiemos.Lo que debemos cuidar es como lo hacemos, para bien o para mal.Cuando iniciamos una relación aparece el entusiasmo, las emociones intensas, la alegria, y finalmente, la suma de todas estas:EL AMOR. No debemos dejar que disminuya todo ello y que se apague el amor.No vamos a tener el mismo tipo de emociones, no nos vamos a entusiasmar por las mismas cosas, pero nuestro amor puede crecer, madurar, y la unión que sentíamos al principio puede fortalecerse.

Si las manos que temblaran al tocarse, permanecen unidas, especialmente en oración y acción, entonces si, la unión será para siempre.

Escrito por:Antonio Martinez:Director de ministerio de la familia)Rev.Adv.julio 2008-España-)